Iñaki Fuentes

¿Estás construyendo una empresa o maquillando métricas para la foto del trimestre?

Hay una verdad incómoda que pocos se atreven a decir: muchas empresas digitales no invierten, solo reaccionan.

Saltan de moda en moda, del “growth hack” de la semana al próximo experimento que prometa resultados rápidos. Todo lo que brille en el Excel y calme al comité.

Pero crear valor real: valor que perdura, que transforma, que multiplica, es más lento, más incierto. Y eso asusta. Porque no cabe en la próxima presentación. No garantiza un bonus. No se mide en CAC de colores.

Invertir en producto, en innovación real, en apuestas que pueden fallar pero también romper el juego... exige otra mentalidad. Una mentalidad de portafolio. De entender que no todo funcionará, pero que lo que funcione, te saca de la liga en la que estás atrapado.

No es corto vs. largo plazo. Es tener el coraje de equilibrar ambos con una visión clara.

Entonces pregúntate: ¿Tienes una estrategia o estás corriendo detrás del ROI inmediato como un perro detrás de una moto?

Las empresas que dejan huella no son las que mejor optimizan el coste por lead. Son las que apuestan cuando aún no hay garantías.

Así que cuando defiendas una iniciativa con retorno a cinco años, no te disculpes por su incertidumbre.

Hazlo con orgullo.

Porque si todo lo que haces devuelve algo ya, tal vez no estés construyendo una empresa. Estés cavando una tumba con vistas.